Recordamos A Mara Flix A 4 Aos De Su Muerte

Recordamos a María Félix, la diva del cine mexicano, a 4 años de su muerte.

8 de abril de 1914, nacía en México una de las mujeres más hermosas del mundo.

8 de abril de 2002, se cerraban para siempre los ojos de esta gran dama.

8 de abril de 2006, tras cuatro años de su muerte, admiradores y amigos se reunieron en el Panteón Francés para rendirle homenaje.

María Félix excelsa mujer que marcó época, figura perfecta del cine mundial que se convirtió en leyenda. Musa de escritores, pintores y músicos de México y del extranjero.

Frente a su tumba, Alejandro Martinez Candena, presidente de su club de fans, colocó una muñeca de tamaño natural con los rasgos característicos de María: larga cabellera negra, grandes y expresivos ojos, cuerpo perfecto. Seguramente La Doña habría dicho que su belleza era incomparable, y tendría razón pues siempre se mantuvo bella a pesar del paso de los años, y afirmaba que  " Hay que saber batirse con el tiempo, pero siempre pensando que el tiempo es más fuerte que todos nosotros".

Alrededor de la tumba, decenas de personas se reunieron para cantarle “María Bonita”  y acompañarla. Una pareja franco-mexicana viajó desde Francia para visitarla en este día. Alejandro Martinez Candena regaló a los asistentes 50 cuadros con la imagen de María Félix, bellamente representada en fotografías, posters, afiches o pinturas.

Al homenaje organizado por Alejandro Martinez Candena, Rafael Bravo Romero y Carlos Alberto Vazquez Gonzalez,  llegó también el maestro Carlos Monsiváis para rendir tributo a quien en vida fuera su amiga y de quien alguna vez expresó “Ella se sabìa Divina, merecedora de todo lo que recibió”.

Televisoras, periódicos y revistas se dieron cita en el evento.

Luis Martínez de Anda, el “heredero”... brilló por su ausencia.

Personas que tuvieron el honor de formar parte de la vida de María o de conocerla brevemente, intercambiaban anécdotas, relatos y fotografías. La música no cesaba, entre mariachis, marimba y un disco con canciones interpretadas por la propia María Félix como “Je l’aime a mourir”.

Cerca de las 2 de la tarde, y al grito de “Viva María”, el grupo reunido en el panteón levantó sus copas de champagne para brindar una vez más por “La Doña", la emblemática, icono de elegancia, de poder, de belleza, de inteligencia, y de inspiración que sigue siendo homenajeada, amada, querida y  recordada.

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